El potencial de los negocios tradicionales, en manos de mujeres

Los negocios tradicionales se han definido al largo de los años como aquellos que no implementan tecnología a su favor, siendo la construcción, carpintería, la ebanistería y la artesanía varios de ellos, así mismo, estas actividades comerciales han sido gestionadas y lideradas por hombres, heredando el conocimiento por medio de la práctica, la observación entre padres e hijos hombres, en algunos casos involucrando la participación de la mujer en tareas administrativas y fortaleciendo la codependencia de estas a figuras masculinas, siendo el hombre, el que resuelve en temas constructivos, trabajo manual o reparaciones en su hogar.

Como arquitecta social y gerente de Diseñístico he podido identificar como en muchos de los proyectos de vivienda de interés social en Costa Rica, la mujer va asumiendo roles de liderazgo, independencia y auto gestión en este tipo de actividades, ganando territorio en cuanto a inserción, empoderamiento, oportunidades, acceso a la información y capacitación, sin embargo, en estos negocios tradicionales el reto sigue siendo grande.

En mi caso, cuando tengo que comprar madera, cargar material, negociar mejores precios, ser tratada con respeto, defender mi propiedad intelectual, definir límites no negociables y liderar una empresa en este sector, el reto persiste.

Todo el conocimiento sobre el diseño y fabricación de muebles, así como el uso de las herramientas, en mi caso se lo debo a mi papá, quien nunca vio como un limitante que yo fuera mujer para enseñarme, pero ambos, al tener negocios independientes, e inclusive diría que podríamos ser competencia uno del otro, en el mismo sector comercial, ambos somos testigo como en ocasiones mientras que a él le dan la preferencia, a mí me pueden desplazar, atrasar pedidos o inclusive el trato en el despacho de material. No es lo mismo que mi papá llegue en el camión a recoger sus materiales a que yo sea la que llegue en el mismo camión a recoger el mismo material y ahí es donde con mayor determinación el reto de la paridad de género se afirma como una realidad.

Los negocios tradicionales dejan de ser tradicionales cuando las mujeres entran en acción, porque la visión cambia. Hay más empatía en una empresa, mayor optimización de los recursos porque históricamente se nos enseñó a vivir en austeridad y en codependencia; cuando una mujer lidera un negocio que ha sido gestionado históricamente por hombres, como lo es la fabricación de mobiliario, son muchos los factores que cambian, por ejemplo: el servicio al cliente, la estrategia de ventas, la confianza en los clientes aumenta, el impacto en cuanto a la sostenibilidad se incrementa. En Diseñístico por ejemplo no se genera desperdicio porque yo misma desarrollé mi propio sistema que me permite utilizar el material al 100% sin promover quemas, material almacenado por meses y años, propagación de plagas, alimentar botaderos de basura con material que se puedo utilizar de una manera más eficiente y cuando damos el salto, no solo en la fabricación si no en enseñarle a más mujeres a hacer uso de las herramientas es donde la magia sucede y se crea un ecosistema poderoso. Retos, que las empresas tradicionales en este sector no le ven potencial porque hay una “trayectoria” obsoleta que promueven. Ya no es el hombre quien lidera las reparaciones en un hogar, ahora tenemos la libertad de elegir si lo queremos hacer nosotras mismas o lo delegamos en alguien más.

El potencial de involucrar tecnologías, el acceso a fondos, la capacidad de gestión, el orden financiero y la innovación se ven influenciados cuando las mujeres empezamos a desarrollarnos en actividades históricamente gestionadas por hombres de una forma tradicional por lo que estas vuelven a ser competitivas, se rompe el tradicionalismo y es un error considerar que siguen siendo actividades tradicionales, ya que tradicionalmente la mujer nunca ha tenido las mismas oportunidades. Cuando una empresa se encuentra realmente en manos las mujeres, se acorta también la brecha de género, se replantean esquemas históricos y se abre camino a nuevas oportunidades. El poder decir que los muebles diseñísticos los fabrico yo, los instalo yo y los diseñó yo, así como hacer crecer un equipo de trabajo tenga la visión clara de generar valor para la sociedad y promover el empoderamiento por medio del conocimiento creativo y manual, estamos a su vez declarando que la mujer es capaz de transformar lo tradicional y ¿ese no es el reto de las nuevas tecnologías también? ¿no promovemos el crecimiento económicos al transformar lo tradicional en innovador y eficiente?

Acerca de Diseñístico

Diseñístico es una empresa liderada y gestionada por mujeres, donde diseñamos y fabricamos mobiliario de gama alta a precios accesibles, promovemos el diseño interno, así como el desarrollo de talleres constructivos que le permiten a mujeres, empoderarse por medio del conocimiento, la creatividad y el trabajo manual para el desarrollo de sus propios proyectos, realizar mejoras en su hogar y crear nuevas oportunidades de trabajo.

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